Eres mi amor, mi ilusión, mi felicidad, mi todo. Gracias, gracias de veras. Pensé que me odiarias y que pensarias que soy una idiota, pero una cosa ten clara, no volvere a dejarte escapar nunca. Te querré por y para siempre. Jamás, pero jamás, pienses que no te quiero. Porque justo esa seria la más negra de las blasfemias.
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