
Y cuanto más lo intento, cuanto más esfuerzos hago por autoconvencerme a mí misma de que no te necesito en mi vida, que no necesito ver tu sonrisa, tus ojos, que no necesito hablarte, que no necesito escucharte, ni mirarte cada uno de los segundos que estoy contigo, más cuenta me doy de que eres mi droga preferida, mi marca de cocaína favorita, la única persona echa a mi medida...
Porque sí, es absurdo. El amor es absurdo. Un punto de vista extraño mediante el que entender la vida. Pero ya nada importa, porque me da igual la forma y el como sea ese punto de vista, no me importa mientras sea contigo y nada más que contigo.
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